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10 elementos esenciales al trabajar tu packaging

Updated: Mar 3, 2020



El empaque del producto es una herramienta clave del marketing. Este ayuda a los clientes a identificar el producto y la marca en general. Un empaque atractivo, único y memorable puede aumentar tus ventas de manera notable. A continuación, revelaremos pasos a tener en cuenta al desarrollar tu packaging.


Paso 1: Identifica las cualidades de tu producto


No puedes crear un buen empaque sin conocer tu producto. Haz una lista de sus características principales: peso, número de artículos, temperatura de almacenamiento, condiciones de envío y otra información importante.


Usa estas cualidades como punto de referencia para trabajar en tu empaque. Con base en esta información, puedes describir las tareas que tu empaque debe resolver. Por ejemplo, debe ser resistente a los cambios de temperatura, proteger el producto de daños, etc.


Paso 2: Conoce a tus clientes


Tómate el tiempo para analizar tu público meta y construir tu buyer persona. ¿Qué edad tiene tu cliente promedio y dónde trabaja? ¿Dónde suele comprar tu producto? ¿Cuánto está dispuesto a pagar por ello? ¿Cómo se deshace del embalaje? Estas y otras preguntas son cruciales para entender a tu audiencia.


Si un empaque fuera una persona, seguramente tendría mucho trabajo. Entre otras cosas, debe captar la atención del cliente, proporcionar información sobre el producto, ser ergonómico y ecológico, etc. Además, debe convencer al cliente de que ha tomado la decisión correcta al comprar tu producto. ¡Es mucha responsabilidad!


Paso 3: Identifica tus canales de venta


Haz una lista de todos los puntos de venta que estás utilizando: supermercados, kioscos callejeros, tiendas en línea, tu propio sitio web, etc. Con respecto a cada uno de estos canales de venta, piensa cómo se almacenará tu producto, si será fácilmente accesible para los clientes, etc.


Visualiza cómo se verá tu producto empaquetado sólo y junto a sus competidores. Por ejemplo, puedes descubrir que tu producto es demasiado grande para caber en el estante del supermercado a la altura de los ojos. De esta forma, puedes detectar los puntos débiles y mejorarlos antes de gastar mucho dinero en envases.


Si vas a vender tu producto tanto en línea como off line, debes ajustar tu embalaje a diferentes entornos. En una tienda física, un cliente puede tomar tu producto y examinarlo desde todos los lados. Los compradores en línea no tienen esta oportunidad. Esto significa que necesitas crear un empaque hermoso y elegante que se vea bien en las fotos. ¡Debe ser imposible resistirse!


Paso 4: selecciona el empaque correcto


¿Una botella, una bolsa de pañuelos, una caja de cartón o algo más? Tu empaque depende de cual producto está fabricando, cómo lo vas a vender y quién es tu público meta. Además, es importante recordar que tu empaque debe ser más barato de fabricar que tu producto.


Selecciona varias opciones y compáralas por diferentes criterios. Esta es una tarea muy desafiante. El embalaje seleccionado puede resultar demasiado costoso de producir o demasiado frágil para enviar. Si no estás seguro de qué material elegir, consulta a un diseñador profesional.


Paso 5: selecciona la envoltura adecuada


Hay tres tipos de envoltura: envoltura externa, envoltura interna y empaque. Hemos hablado sobre el empaque en el paso anterior. Ahora es el momento de decidir si necesitas brindar protección adicional a tus productos.


El envoltorio exterior es lo que ve el cliente. Por ejemplo, es una caja de cartón o bolsa de papel con el producto dentro.


El envoltorio interno sirve para guardar las cualidades del producto. Por ejemplo, puede envolver un libro con película, rodear una taza de porcelana con aserrín o envolver un set de maquillaje con papel de colores.


Dependiendo de tus canales de venta, es posible que necesites ambos tipos de envoltura o solo uno. De todos modos, debes pensar bastante en este tema. Los diferentes tipos de envoltura no deben solaparse en las funciones que realizan.


Paso 6: consulta tu brandbook


Una vez que hayas decidido el tipo de empaque y envoltura, debes concentrarte en el diseño. Si tu producto es parte de tu marca actual, es probable que ya tengas un libro de marca que contenga todas sus fuentes corporativas, tonos, patrones, imágenes, etc.

Asegúrate de proporcionar esta valiosa información al diseñador que está trabajando en tu empaque.


Sin embargo, si estás desarrollando una nueva marca, piensa dos veces en la apariencia de tus nuevos productos antes de contratar a un diseñador.


Paso 7: agrega la información necesaria


La información que se muestra en el paquete incluye el nombre y la imagen de un producto, el eslogan de la compañía, el logotipo corporativo, etc. Además, cada país tiene sus requisitos sobre qué información debe estar presente en el paquete. Puede ser un código de barras, certificaciones de calidad, fecha de caducidad y similares. Puedes colocar algunos datos en calcomanías especiales. En este caso, debes encontrar el lugar adecuado para que dicha etiqueta no cubra otra información importante.


Paso 8: no confundas a tus clientes


El embalaje debe facilitar que el cliente adivine lo que hay dentro. Por ejemplo, una botella de jugo de fruta para niños no debería verse como una bebida energética. De lo contrario, no atraerá la atención de los padres.


Ten cuidado con las imágenes que utilizas en tu embalaje. Deben ser buenas para ilustrar el producto en su interior. Además, asegúrate de que tus imágenes se vean bien en 3D. No es raro que una imagen que se ve muy bien en 2D pierda su encanto cuando se hace en tres dimensiones.


Paso 9: piensa de dónde vendrá tu empaque


Si vas a hacer el embalaje tú mismo, prepárate para responder una serie de preguntas importantes, p. Ej. ¿Qué materiales vas a usar? ¿Tienes el equipo necesario? Si es una buena idea externalizar esta parte del trabajo, averigua qué requisitos tiene tu contratista. Por ejemplo, pregunta en qué formato necesita crear sus maquetas de empaque. Puede ser .ai (Adobe Illustrator), .psd (Photoshop), PDF o EPS. De esta manera, estarás preparado y evitará sorpresas desagradables.


Paso 10: planifica tu presupuesto


Los costos de producción de tu empaque son algo que debes pensar desde la etapa de diseño. Estos costos se dividen en dos categorías principales:


Los costos no recurrentes tienen que ver con el trabajo realizado por el diseñador, desde el boceto hasta la visualización en 3D.


El costo por unidad se refiere a cuánto te costará empacar cada unidad de tu producto. Incluye el costo de los materiales, los salarios de los empacadores, etc.


Estos son los elementos básicos de un proceso de packaging. Si te interesa aprender más al respecto o todavía no has concretado el concepto de tu marca, te invitamos a conocer un poco sobre nuestro curso de Brand Journey.



Publicado originalmente en inglés en Logaster por Natalia Shpitula.

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